Elecciones 2016

Publicado en Diario Las Américas 2-13-14
II
Los dos republicanos que se consideraban hace pocos meses con más posibilidades de ser candidatos a la presidencia en las elecciones de 2016 están pasando una mala racha. El primero en caer en desgracia con el propio Partido Republicano fue el senador Marco Rubio. El joven cubanoamericano no se había mostrado muy entusiasta sobre las reformas migratorias, pero cuando pensó que beneficiarían su carrera, se convirtió en el abanderado de la causa, sin darse cuenta que el interés de los republicanos en ayudar a los miles y miles de indocumentados no era sincero. Trató de dar marcha atrás –más bien, hacia la derecha– con su apoyo al cierre del gobierno, pero ya había perdido su estatus de “poster boy” o niño lindo de los republicanos. El tiempo dirá, pero no parece probable que su aspiración presidencial vaya a cristalizarse en el 2016.

El senador Marco Rubio ha perdido apoyo en el Partido Republicano

El Gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie tiene problemas incluso más serios. Christie despidió a personas en su oficina que consideró responsables por la orden de cerrar parcialmente el tráfico en el puente más importante que conecta a su estado con Nueva York, a fin de castigar a un alcalde demócrata que no quiso darle su apoyo. La bromita causó un tranque de tremendas proporciones en la zona, e incluso una persona mayor murió porque los paramédicos no pudieron llegar a tiempo para atenderla. El gobernador asegura que él no tuvo nada que ver con el cierre del puente. Muchos no lo creen, y los que le dan el beneficio de la duda observan que si un ardid tan bajo se tramó en la oficina de Christie sin su aprobación, fue por el clima de “bullying” o guapería que ha creado a su alrededor. Con este escándalo, el republicano que a finales de 2013 aparecía en las encuestas nacionales como el favorito para desafiar a Hillary Clinton en 2016 está ahora siendo investigado y hasta su reelección para gobernador corre peligro con este escándalo.

Chris Christie duraante la conferencia de prensa en que anunció el despido de los responsables por el cierre parcial del puente

Otro aspirante que no tiene ya posibilidad alguna es Bob McDonnell, ex gobernador de Virginia. Se les acusa a él y a su esposa de haber aceptado regalos muy costosos a cambio de favores políticos. Dedica sus esfuerzos a tratar de no ir a la cárcel.

¿Quiénes quedan? Jeb Bush, ex gobernador de la Florida, con simpatías entre los hispanos –cuyo voto es crucial– por su dominio del español y por su esposa Columba, de origen mexicano. Pero si a los estadounidenses les cuesta trabajo aceptar un segundo Clinton en la Casa Blanca, ¿asentirían a un tercer Bush? ¿No habrá un republicano con otro apellido capaz de salir Presidente?

Los dos ex presidents Bush, y Jeb Bush

Después de las críticas favorables al documental sobre Mitt Romney, el ex gobernador de Massachusetts tal vez considere un nuevo intento de alcanzar la silla presidencial, aunque hasta ahora lo niega. En momentos en que hay una creciente conciencia sobre las desigualdades que se observan en el país, ¿quién va olvidar sus famosas palabras sobre el 47% de la población que acusó de vagos y aprovechados?

Tres gobernadores– Scott Walker (Wisconsin), Bobby Jindal (Luisiana) y Rick Perry (Texas) —están posicionándose para aspirar, pero los dos primeros son desconocidos a nivel nacional, y Perry no lo hizo nada bien en la campaña de 2012.

Los senadores Rand Paul y Ted Cruz están intentando capturar el apoyo de los sectores más conservadores del Partido, pero aunque ambos disfrutaron de sus 15 minutos de fama, no es probable que tuvieran éxito en una campaña nacional. Más posibilidades entre los conservadores tienen Rick Santorum, el ex senador de Pennsylvania que sorpresivamente quedó segundo en las aspiraciones a la nominación en 2012; y Paul Ryan, representante por Wisconsin, a quien lo favorece haber logrado un compromiso con la representante demócrata del estado de Washington, para que se aprobara el presupuesto. Según las encuestas, Ryan es el más popular en la base del partido, pero habrá que ver cómo se proyecta a nivel nacional una vez que comience el proceso de las elecciones primarias.

Paul Ryan es actualmente el más popular en la base del Partido Republicano

Si la candidata demócrata fuera Hillary, sería lógico que los republicanos decidan poner una mujer en la boleta, posiblemente como vicepresidenta. Tal vez escojan a Susana Martínez, gobernadora de Nuevo México, que puede atraer el voto femenino y el hispano. Algunos la incluyen como posible aspirante a la presidencia. Sería verdaderamente revolucionario que las dos candidaturas presidenciales fueran ocupadas por mujeres, e incluso una de ellas hispana.

Susana Martínez, gobernadora de Nuevo México

La conclusión es clara. Todavía no ha surgido un candidato republicano que se perfile como líder para la contienda de 2016. Por otra parte, están ahora concentrados en los comicios parciales del 2014. Pero las posturas políticas que el Partido Republicano tome este año para ganar escaños en el Congreso, bien podrían hacer más difícil que llegue a la Casa Blanca.

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